Se Ha dado en definir, como responsabilidad social corporativa, a la contribución, activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las empresas, con el objetivo de aumentar su competitividad ante la competencia.
Efectuando un balance en la materia, dentro del ejercicio de 2015, se observan, según datos del Consejo Estatal de la RSC, que el nivel de desarrollo en implantación ha sido prácticamente nulo en cuento a la estrategia empresarial.
No ha ocurrido así dentro del ámbito internacional, donde la aceptación ha sido en la práctica unánime, y las empresas se han marcado objetivos concretos en la materia.
2016 será un año clave para ver como se implantan, a nivel nacional estas estrategias empresariales, que en la realidad apenas ni son bien conocidas.
Por otra parte, está pendiente de aprobación el Plan Nacional de Empresa y Derechos Humanos.
Se encuentra igualmente pendiente la transposición de la Directiva Europea que obliga a las empresas de más de 500 trabajadores a informar sobre como gestionan el plan medioambiental, además quedar por saber, como adaptan el plan nacional a esa directiva comunitaria, a que tipos de empresas serán exigibles y en qué forma, así como a que organismos asignan los informes de impacto.
Además, y sobre todo queda pendiente de saber aun, como se adaptaran nuestras empresas a los nuevos sistemas de implantación de riesgos, entre otros los penales, cuando aun no se tiene cultura de la prevención del riesgo y es prácticamente materia desconocida.
Más no olvidemos, ya es presente y desde luego futuro, la tendencia a la transparencia y seguridad de las relaciones mercantiles, materias que hasta ahora habían quedado a la voluntad de los gestores de las organizaciones empresariales, pero que en la actualidad son materia de cumplimiento normativo en aras a obtener una mejora en la calidad de vida y seguridad en los mercados ya que afectan a la seguridad y derechos de múltiples colectivos, de aquí, que inevitablemente hayan de calar en la conciencia social y empresarial.
En definitiva la normalización de tales aéreas, tienen por objeto:
- La mejora de las relaciones laborales
- Mejora en el impacto ambiental y calidad de vida humana
- Evitar manipulaciones en el consumidor
- Evitar la tergiversación de información básica y fundamental.
- Tendencia a la transparencia informativa
- Sustentar la cadena de valor dentro de la economía de mercado.
Concluyendo la tendencia normativa, camina hacia la consecución de actuaciones empresariales y comerciales que no causen efectos nocivos ni económicos ni socialmente.
De aquí que se pretendan evitar las malas prácticas, exigiendo comportamientos éticos, e impidiendo el poder desmesurado de grandes corporaciones.